La importancia de trabajar con la seguridad interna para mostrar nuestra vulnerabilidad
En el proceso de abrirnos a los demás y mostrar nuestra vulnerabilidad, es común que surjan defensas para protegernos. Desde una perspectiva cognitivo-conductual, es relevante considerar si la otra persona es segura para nosotros o no. Sin embargo, enfoques más profundos, como el trabajo desde la visión del trauma, nos invitan a ir más allá.
La clave está en trabajar con la seguridad interna de la persona. Es fundamental que cada individuo se sienta capaz de diferenciar entre personas confiables y no confiables, confiando en su propia capacidad para discernir cuándo es necesario utilizar defensas y cuándo no. Es importante recordar que las defensas no son ni buenas ni malas, sino herramientas sutiles que nos protegen cuando nos encontramos en un entorno amenazante.
Sin embargo, es esencial reconocer que el uso excesivo de defensas puede impedirnos conectar e intimar con las personas que realmente deseamos. Por lo tanto, es necesario confiar en nuestra capacidad interna para distinguir cuándo es seguro quitarse esa defensa y cuándo es necesario mantenerla.
El trabajo terapéutico se centra en que la persona se sienta capaz de diferenciar y discernir, confiando en su propia sabiduría interna para determinar cuándo es seguro mostrar vulnerabilidad y cuándo es necesario mantener la protección. Al lograr esto, se promueve un mayor crecimiento personal y la posibilidad de establecer relaciones más auténticas y seguras.
Trabajar con nuestra seguridad interna es de vital importancia porque influye en nuestra capacidad para relacionarnos de manera auténtica y saludable con los demás. Aquí te menciono algunas razones clave:
1. Autoconfianza: Cuando nos sentimos seguros internamente, confiamos en nuestra propia capacidad para tomar decisiones, establecer límites saludables y protegernos cuando sea necesario. Esto nos permite tener una mayor autoconfianza y autonomía en nuestras interacciones con los demás.
2. Relaciones más saludables: Al tener una seguridad interna sólida, somos capaces de establecer relaciones más saludables. Podemos discernir de manera más clara quiénes son personas confiables y qué comportamientos son adecuados o inadecuados en una relación. Esto nos ayuda a establecer límites adecuados y a evitar relaciones tóxicas o perjudiciales.
3. Comunicación efectiva: La seguridad interna nos permite expresarnos de manera clara y asertiva. Nos sentimos seguros para compartir nuestras emociones, necesidades y preocupaciones de manera abierta y honesta. Esto facilita una comunicación efectiva y nos ayuda a construir conexiones más profundas y significativas con los demás.
4. Resiliencia emocional: Cuando trabajamos en nuestra seguridad interna, desarrollamos una mayor capacidad para manejar el estrés, las dificultades y las adversidades emocionales. Nos convertimos en personas más resilientes, capaces de enfrentar los desafíos de la vida con mayor fortaleza y equilibrio emocional.
5. Autenticidad y autorrealización: La seguridad interna nos permite ser auténticos y vivir de acuerdo con nuestros valores y deseos más profundos. Nos sentimos libres para ser nosotros mismos y perseguir nuestros sueños y metas personales. Esto nos lleva a experimentar una mayor satisfacción y autorrealización en nuestras vidas.
Trabajar en nuestra seguridad interna es fundamental para construir relaciones saludables, comunicarnos de manera efectiva y vivir una vida auténtica y plena. Nos brinda la confianza y la fortaleza emocional necesarias para enfrentar los desafíos y aprovechar al máximo nuestras experiencias interpersonales.